¿Saben que el PSOE se fundó en Casa Labra? ¿O que Cervantes escribía en el piso de arriba de lo que actualmente es Casa Alberto? ¿O qué desde el piso superior de Casa Ciriaco, Mateo Morral lanzó la bomba con la que quiso matar al rey Alfonso XIII?. Estas y otras historias apasionantes forman parte de la Historia con mayúsculas de la gastronomía madrileña que se puede encontrar en los Restaurantes y Tabernas Centenarios de Madrid.
A día de hoy, estos 12 locales agrupados en la Asociación de Restaurantes y Tabernas Centenarios de Madrid ofrecen lo mejor de la cocina castiza y son famosos por las ilustres personalidades que los frecuentan, ofreciendo un ejemplo de trabajo continuado y exquisita atención a sus clientes a lo largo de varias generaciones.
Si les gustan platos como el cocido, los callos a la madrileña, la tortilla de patata, el rabo de toro, los escabeches, el pollo en pepitoria y tantas otras preparaciones tradicionales, esta es una de las visitas obligadas para los amantes de la historia y de la cocina tradicional madrileña.
Ver en mapaBodega de la Ardosa
Las bodegas de la Ardosa deben su nombre a la comarca vinícola de Toledo. A finales del siglo XIX, Rafael Fernández decidió abrir esta cadena de bodegas para comercializar el vino que producían sus viñedos. En la actualidad subsisten apenas cuatro de ellas pero en aquellos tiempos llegaron a pasar la treintena. Hasta finales de los ochenta el negocio se centraba en la venta de graneles y botellas aunque también disponían de una típica barra de estaño donde se consumían bebidas. Fue a partir del año 1979 cuando Gregorio Monje enfocó el negocio más como cervecería que como bodega, influido mayormente por las modernas normativas que prohibieron la venta de graneles. En la actualidad en esta bodega se puede disfrutar de excelentes tapas variadas y una exquisita cerveza checa reconocida mundialmente.
Cuenta con el grifo más antiguo de Guinnes, además del reconocimiento como la mejor cervecería Pilsen de España
Botín
El Restaurante Botín, casa fundada en 1725, es el restaurante más antiguo del mundo según el Libro Guiñes de los Récords y uno de los referentes de la cocina tradicional en Madrid. Desde entonces, al pie del Arco de Cuchilleros junto a la Plaza Mayor, ha sido una parte viva de su historia. Inicialmente fue una de las Posadas-Mesones que abarrotaban los alrededores de la Plaza Mayor, alojando y dando de comer a los visitantes de la capital.
En su viejo horno de leña se asan desde entonces el cochinillo y cordero al estilo tradicional castellano. Lugar de encuentro del Madrid bohemio y literario al que asistían personajes como Valle Inclán y Julio Romero de Torres. Mencionado por grandes autores en sus libros como Galdós, Hemingway, Ramon Gómez de la Serna, Graham Greene, Arturo Barea, Frederick Forsyth, el Conde de Sert o Carlos Arniches entre otros.
Según el Libro Guinness de los Récords, Botín es el restaurante más antiguo del mundo.
Café Gijón
El Café Gijón es un local de reunión de grandes literatos, pintores, escultores, periodistas, actores… lugar de encendidas tertulias donde diariamente se pasa revista a la actividad social, cultural, e incluso política, de los diferentes periodos de existencia del citado establecimiento, pues su apertura data del año 1888. En mayo de dicho año Gumersindo Gómez, asturiano de nacimiento, se instala en Madrid e inaugura el Café Gijón que perdura hasta nuestros días, regentado primero por su fundador, posteriormente por Benigno López y descendientes, y a partir de 1997 por Gregorio Escamilla Saceda.
Durante todo este tiempo el establecimiento ha sido centro de cultura, aparte de por las tertulias que se celebran diariamente en sus salones, por ser el lugar donde se entrega el premio anual de novela “Café Gijón” (fundado por D. Fernando Fernán Gómez) que el Ayuntamiento de la localidad asturiana convoca cada año en Madrid.
En este establecimiento se entrega el premio anual de novela “Café Gijón” (fundado por D. Fernando Fernán Gómez)
Casa Alberto
Conocer la taberna Casa Alberto es conocer uno de los templos de la gastronomía madrileña ubicado en el Barrio de las Letras. Desde que abriera sus puertas en 1827, no ha parado de cosechar éxitos. Su cocina es una buena muestra de que la tradición gastronómica no está reñida con una presentación de vanguardia. Entre sus recetas más castizas se encuentran el rabo de toro, bacalao a la madrileña, callos, albóndigas de ternera, manitas de cordero, croquetas de jamón y los clásicos platos de cuchara que siempre están presentes en su carta, así como postres caseros, todo ello conducido por su Chef Mario Pilar Quiroga. En este antiguo edificio se dice que escribió Miguel de Cervantes una de sus obras más famosas “Viaje al Parnaso”. De esta época mantenemos los elementos característicos de una taberna madrileña, como la pila con su librillo, su grifería, mostrador de ónice único en su género, las mesas con taburetes, las columnas de hierro forjado, los zócalos de madera, los anaqueles con la botillería, las frascas y el juego de medidas para servir el vino.
En este primer inmueble vivió Miguel de Cervantes en 1613 y 1614. Aquí escribió varios capítulos de la 2ª parte del Quijote y de “Los trabajos de Persiles y Segismunda” y en esta casa concluyó su obra “Viaje al Parnaso”.
Casa Ciriaco
Casa Ciriaco está situada el número 84 de la calle Mayor, en el mismo edificio donde el famoso anarquista Mateo Morral, desde el 4º piso, lanzó una bomba escondida en un ramo de flores al paso del cortejo nupcial de Alfonso XIII el día 31 de mayo de 1906. El almacén de vinos data del año 1897. En 1929, Ciriaco abre el restaurante que hoy goza de una bien merecida fama.
En sus mesas se sentó con asiduidad el famoso periodista y escritor Julio Camba. También era un habitual de su cocina Antonio Mingote, autor del original logotipo de Casa Ciriaco.
En este legendario restaurante madrileño de cocina tradicional y casera, se puede degustar el cocido madrileño, además de la pepitoria de gallina (receta con más de 100 años de antigüedad).
El 31 de mayo de 1906, desde el 4º piso de este edificio, el famoso anarquista Mateo Morral lanzó una bomba escondida en un ramo de flores al paso del cortejo nupcial de Alfonso XIII
Casa Labra
Casa Labra, situada en la calle de Tetuán, otrora denominada de Los Peregrinos, permanece inalterable desde su fundación en 1860, merced a la fama y reconocimiento popular que la Villa de Madrid ha otorgado a sus frituras de bacalao y croquetas del mismo ingrediente.
En el año 1947, Casa Labra es adquirida por la familia Molina, sus actuales propietarios. Esta bulliciosa y ajetreada taberna es una parte viva de la historia de Madrid por donde han pasado y siguen pasando gentes de toda condición a disfrutar de su sabrosa oferta gastronómica.
En esta Taberna madrileña fue fundado un 2 de mayo de 1879 el actual Partido Socialista Obrero Español de manera clandestina. Una placa de bronce en la fachada lo rememora.
Casa Pedro
En 1702, Pedro Guiñales funda esta casa con el nombre de su mujer “Casa de la Pascuala”. El establecimiento era entonces una fonda y casa para arrieros, ganaderos y todos aquellos que entraban o salían de Madrid por el camino de Francia. Este restaurante fue adquiriendo fama con la venta de vinos garnacha y moscatel y teniendo como especialidad asados de cordero, cochinillo y productos de la zona. En sus mesas se han sentado personajes tan ilustres como el joven Rey Alfonso XIII, su majestad el Rey Don Juan Carlos I, así como artistas, toreros, políticos, periodistas, empresarios y miles de madrileños que han agradecido a Pedro la calidad de su cocina y han dejado constancia en afectuosas dedicatorias que adornan las paredes de la casa. La pasión de la familia Guiñales por los vinos les lleva a restaurar la antigua bodega que poseía el Restaurante: se trata de un bello edificio de arquitectura rústica y singular en Madrid. Un auténtico templo para los amantes del vino.
En sus mesas se han sentado personajes tan ilustres como el joven Rey Alfonso XIII o su majestad el Rey D. Juan Carlos I
La Casa del Abuelo
Desde que se fundara en 1906 hasta la fecha, cuatro generaciones de la misma familia han sabido respetar y mantener la tradición del negocio, tanto desde el punto de vista del producto ofrecido como de la decoración y estructura del local. De esta forma, la Casa del Abuelo, una de las tabernas más emblemáticas de Madrid, convertida en una cita ineludible para cualquier visitante de la Villa, continua ofreciendo su vino dulce “El Abuelo” y sus famosas gambas a la plancha y al ajillo.
Y hoy, después de más de 100 años transcurridos, podemos decir con orgullo, que la Casa del Abuelo es un lugar donde miles de madrileños de distintas generaciones han aprendido la cultura de la tapa.
Desde su fundación en 1906, continúa ofreciendo su vino dulce “El Abuelo”
Lhardy
El nombre de Lhardy representa el esplendor de la Alta Cocina española e internacional y un emblema de calidad avalado por 175 años de buen hacer. Todos y cada uno de los productos que ofrece Lhardy, ya sea en la tienda, en el restaurante o en su servicio de catering, están elaborados artesanalmente en sus cocinas. Con Lhardy se introdujo en Madrid la alta cocina europea y la refinada dulcería internacional; pero sin olvidarnos de tres elaboraciones típicamente madrileñas que han adquirido en sus fogones un rango estelar: el cocido madrileño, los callos a la madrileña y los riñones al jerez. Lhardy dispone de tres salones originales: el Isabelino, el Japonés y el Blanco, y de tres salones más modernos: el Sarasate, el Gayarre, y el Tamberlick. Gran parte de la historia de España se ha tramado entre la elegancia de estas paredes, bajo sus lámparas que evocan la etiqueta y solemnidad del romanticismo, y en torno a sus manteles que continúan subrayando los más delicados refinamientos gastronómicos. En el espejo de Lhardy, como decía Azorín, “nos esfumamos en la eternidad”.
Gran parte de la historia de España se ha tramado entre la elegancia de estas paredes, bajo sus lámparas y en torno a sus manteles
Malacatín
Taberna fundada a finales del siglo XIX y que en la actualidad sigue regentada por la cuarta generación de la misma familia. Su plato estrella es el cocido madrileño al que acompaña el mito de que “jamás ha sido terminado por ningún comensal” en sus 120 años de existencia. José Alberto, su actual propietario, ha recogido el testigo de la herencia gastronómica y en los fogones se continúan elaborando los tradicionales callos a la madrileña, así como el bacalao con tomate y los lomos de bonito acompañados por un sabroso pisto manchego. Malacatín está situado a escasos metros de la Plaza de Cascorro, en el Madrid más castizo. Esta tradicional taberna, como le gusta denominarse, ha pasado de servir los típicos chatos de vino a pie de calle en los años 60 a recibir a todo tipo de personalidades a los que gusta dar un trato familiar.
Su plato estrella es el cocido madrileño al que acompaña el mito de que “jamás ha sido terminado por ningún comensal”
Posada de la Villa
Allá por el S. XVII, en la Cava Baja, se encontraba el único molino de harina de Madrid, que pasó a convertirse en 1642 en la primera Posada de la Corte, al amparo de las murallas árabes, donde se daba comida y aposento a todos los viajeros que llegaban a Madrid. En 1980 fue rescatada tras dos años de minuciosa restauración, por un enamorado de Madrid y del oficio hostelero, D. Félix Colono, para que continuara en pie y se transformó en el horno de asar actual, especializado en cocina tradicional, como su cocido madrileño hecho en puchero de barro sobre las cenizas de paja y troncos de encina, o el cordero lechal asado en cazuela de barro en el antiguo horno árabe. En la Posada de la Villa se han dado cita personajes muy conocidos pertenecientes al mundo de la política, cultura, arte y deporte. Sus sillas llevan inscritos el nombre de todos aquellos que tuvieron a bien disfrutar de la excelente comida de esta Posada.
En 1642 el único molino de harina de la Villa de Madrid se convirtió en la primera Posada de la Corte al amparo de las murallas
La Taberna de Antonio Sánchez
La Taberna Antonio Sánchez fue fundada en 1786 y desde entonces ha estado ininterrumpidamente abierta y regida por personas ligadas al mundo taurino. Hoy en día es la taberna más antigua de Madrid sin reformar, ya que la decoración de esta Taberna se conserva intacta desde su origen y en ella se puede contemplar aún las lámparas de gas con que se iluminaban el local, el elevador de botellas desde la bodega, las paredes pintadas con medallones con los rostros de los toreros antiguos, Frascuelo, Lagartijo y Cara Ancha, que acudían con frecuencia a tomarse más de un vaso de vino con una torrija. La Taberna también ha sido lugar de encuentro en sus tertulias literarias de personalidades como Pio Baroja, Sorolla, Marañón Camba… En la Taberna Antonio Sánchez siguen trabajando para mantener los secretos de la cocina “casera” tradicional española y que no caigan en desuso sus procesos de elaboración.
La Taberna Antonio Sánchez fue fundada en 1786 y desde entonces sigue abierta y regida por personas ligadas al mundo taurino.